Racisme policial

PER DIFONDRE AL MÀXIM: Un jove es troba en estat de coma després de ser detingut pels gossos d’esquadra

El passat 31 d’agost el Mustapha es trobava al carrer Escodines de Manresa parlant amb un amic. De sobte, va aparèixer una motocicleta dels Mossos d’Esquadra que es va parar al seu costat amb l’objectiu d’identificar-los. El Mustapha, al no tenir “papers”, no va tenir més remei que sortir corrents per evitar ser detingut i deportat.
Després d’una petita persecució i d’amagar-se en un contenidor d’escombraries, el Mustapha va ser finalment detingut al carrer Puigterrà de Dalt sense oposar resistència. Testimonis presencials dels fets van dir que els Mossos d’Esquadra es trobaven molt nerviosos. A partir d’aquest moment només sabem la versió policial dels fets, que diu que en Mustapha va ser portat directament a l’Hospital de Sant Joan de Déu de Manresa per curar-se unes petites ferides que suposadament hauria patit durant la fugida o la reducció. L’informe també diu que un cop a l’hospital el Mustapha va ser portat al box penitenciari d’aquest mateix recinte per ser atès pels metges. Durant el període de temps que el Mustapha va estar en el box penitenciari esperant a ser atès, sempre va estar sota custòdia policial.A les 20h de la tarda el Mustapha va ser trobat, per una doctora, en el box penitenciari amb una parada cardiorespiratoria. Segons expliquen els Mossos d’Esquadra havia intentat treure’s la vida ell mateix. Com és possible que un detingut emmanillat, trobant-se sota custòdia policial i dins d’un hospital, es pugui intentar suïcidar sense que ningú ho vegi i intervingui?
El Mustapha es troba encara avui en coma a la Unitat de Cures Intensives de l’Hospital de Manresa, el seu pronòstic no li és gens favorable.

VOLEM SABER LA VERITAT I DEMANEM JUSTICIA!

MANIFESTACIÓ DIVENDRES 23 DE SETEMBRE A LES 20H A LA PLAÇA SANT DOMÈNEC (MANRESA)

Notícia sobre la versió policial… vergonyós… a qui es pensen que enreden?

Comunicado en castellano y caso de DAOUDA POUYE en Lleida
UN JOVEN SE ENCUENTRA EN COMA DESPUÉS DE SER DETENIDO POR LOS MOSSOS D’ESQUADRA
El pasado 31 de agosto Mustapha se encontraba en la calle Escodines de Manresa charlando con un amigo. De repente, apareció una motocicleta de los Mossos de Esquadra que se paró justo a su lado con el objetivo de identificarlos. Mustapha, al no tener papeles, no tuvo otro remedio que salir corriendo para evitar ser detenido y deportado. Después de una pequeña persecución y de esconderse en un contenedor de basura, Mustapha fue finalmente detenido en la calle Puigterrà de Dalt sin oponer resistencia. Testigos presenciales de los hechos, dijeron que los Mossos de Esquadra se encontraban muy nerviosos. A partir de este momento sólo sabemos la versión policial de los hechos que dice que Mustapha fue llevado directamente al hospital Sant Joan de Déu de Manresa para curarse unas pequeñas heridas supuestamente sufridas durante su huída o reducción. El informe también dice que ya en el hospital Mustapha fue llevado al box penitenciario de este recinto para ser atendido por los médicos. Durante el periodo de tiempo que Mustapha estuvo en el box penitenciario esperando ser atendido, siempre estuvo bajo la custodia policial. A los 20h de la tarde Mustapha fue encontrado, por una doctora, en el box con un paro cardiorespiratorio. Según relatan los Mossos d’Esquadra se había intentado quitar la vida él mismo.¿Cómo es posible que un detenido esposado encontrándose bajo custodia policial y dentro de un hospital se pueda intentar suicidar sin que nadie lo vea e intervenga?Mustapha se encuentra aún hoy en coma en la Unidad de Curas Intensivas del hospital de Manresa, su pronostico no es nada favorable.
QUEREMOS SABER LA VERDAD Y PEDIMOS JUSTICIA!
MANIFESTACIÓN 23 DE SEPTIEMBRE A LAS 20h.
EN LA PLAZA SANT DOMÈNECH (MANRESA)

CASO DAOUDA POUYE

Muerte de un trabajador senegalés después de una agresión policial con móvil racista en Lleida.

“Daouda Pouye era un compañero senegalés, murió por culpa de un policía urbano del Ayuntamiento de Lleida. Al llegar al albergue para comer se presenta una señora y le dice que tiene que limpiar o no va a comer. El compañero le dijo que ya no le tocaba a él y de allí la señora avisó a la policía [Guardia Urbana] diciéndole que el compañero no la respeta y cuando la policía le dijo si no le respetas, no vas a comer más, el compañero le dijo “gracias”.
Al no gustarle el tipo de “gracias”, allí le insultó de racismo. Le trató de animal. El compañero le dijo: – “No me insultes que te tengo respeto por ser agente” y allí otra vez insultándole y amenazando utilizando violencia, con su porra, pegándolo 3 veces al pecho y a las piernas, como siempre, y allí se cayó el compañero con problemas respiratorios. Yo que soy su amigo le saco el papel del médico, para explicarle que el chico está enfermo del corazón, que no está bien del todo. El señor agente me pegó a la cara, me mandó a callar y rompió los papeles del médico y de la enfermedad de Daouda. En ese mismo día, los amigos de Daouda le dijimos que fuera a denunciar. Allí mismo llegó el jefe del agente, con el agente, para pedir perdón, diciendo que se equivocó el agente, hasta convencer al compañero. Él dijo: – “No pasa nada. Da igual” y allí terminó.
Después de una semana Daouda volvió al albergue para coger hora de comida, cuando ya la tenía, volvió el agente, diciéndole que no podía tener hora para comer y le acusó de traficante. Hasta le quería quitar su hora. La chica que estaba al servicio ese día, le dijo al agente que le dejara, y al saber que no podía quitarle su hora de comer, se lo llevó a una sala, empezó a registrarle, le desnudó. Quedó humillado delante de sus paisanos, le pegó otra vez.
Aquí viene lo más grave de la historia. Cuando Daouda salió fuera, a dentro no veía nada. Allí a fuera Daouda con un rostro triste, cansado, los paisanos preguntándole: -qué pasa?, sin poder hablar, y allí se cayó, delante de todo el mundo. Al ir a ayudarlo, salió otra vez el agente diciendo que nadie la ayude, diciendo mejor que se muera. Esperando la ambulancia más de 20 minutos. Al llegar la ambulancia ya era tarde, nuestro compañero senegalés Daouda Pouye murió. Era el domingo 19 de junio de 2011, en la ciudad de Lleida”.

Carta escrita por dos compañeros de Daouda.
Domingo 19 de junio, en la ciudad de Lleida.

Daouda Pouye era un trabajador agrícola de 23 años que, al igual que muchas personas durante las campañas fruteras, se había desplazado en busca de trabajo en Lleida. Venia de Jaén, en dónde unos meses antes había estado trabajando como temporero en la recolección de la aceituna.
Al no conocer a nadie en la zona, juntamente con otros compañeros temporeros, dormía en el albergue municipal de la ciudad, ubicado en el centro histórico, el cual forma parte de la red asistencial local que junto con otros organismos proporcionan alojamiento y comida a las personas sin recursos que, año tras año, circulan incansablemente por el territorio esperando de ser contratadas por algún agricultor.
El martes día 7 de junio al mediodía, después de una discusión en el comedor social, se encontraba en la calle y fue agredido por un conocido guardia urbano. Según los testigos que presenciaron la agresión fue insultado con términos claramente racistas y xenófobos, y recibió varios golpes de porra en el pecho. Cuando el agente fue informado de que el chico sufría una enfermedad cardíaca, rompió los informes médicos y la tarjeta de residencia del joven delante de todo el mundo. Al cabo de unos minutos, el chico renunció a denunciar la agresión. La gente más cercana a la Daouda aseguran que en los días que prosiguieron tuvo molestias físicas y pidió hora al médico para recibir un chequeo en el hospital.
Pasadas unas dos semanas, el domingo 19 de junio, Daouda se dirigía a las instalaciones de la Oficina de Atención Social de la calle Maranyosa, para recoger un tiquet de comida. Allí volvió a encontrarse con el mismo agente, el cual le dijo que no tenía derecho a comer allí porqué era traficante. Se lo llevó dentro, lo pegó, lo desnudó y lo cacheó. Al cabo de unos minutos, al salir de la oficina, se cayó en el suelo. El agente impidió que Daouda fuera ayudado por sus amigos. Al cabo de 20 minutos, cuando llegó la ambulancia, Daouda ya había perdido la vida.
Según la autopsia fue una muerte natural por paro cardíaco. No obstante, los testigos y su entorno más cercano insisten en que fue a raíz de la agresión policial.
En estos momentos la familia, la mayor parte de la cual se encuentra en Senegal, estudia si emprender acciones legales por la vía penal. El gran problema que se debe afrontar es la situación de indocumentación de muchos de los testigos y el miedo generalizado debido a la presencia policial continua que hay en el barrio.
La visión general que tenemos algunas personas que hemos vivido en el barrio, y que hemos trabajado a nivel social en éste, es de indignación ante esta muerte y de preocupación ante una creciente crispación en el ambiente. La cuestión del racismo policial, se agudiza cada año, no sólo con las continuas redadas cotidianas, sino con la masificación de las calles y los pueblos circundantes de temporeros sin recursos, con necesidades laborales, generándose problemas de índole “humanitaria”, endémicos y al abandono de las administraciones, que se reiteran cada verano durante las campañas agrícolas.
De este modo, el jueves día 1 de julio al mediodía, después de un intento de detención por tráfico a un chico subsahariano, hubo una reacción por parte de algunos vecinos en contra de la policía.
El domingo 3 de julio, en la madrugada, tuvo lugar otra agresión a otro chico de Senegal, el cual es uno de los redactores de la carta expuesta una lineas más arriba. Estando con su grupo de amigos en la calle, se dirigía hacia su casa cuando fue identificado por la policía, cacheado y pegado delante de decenas de personas.
Mucha gente del barrio increpó a la policía e incluso se les tiró varios objetos -según la versión policial 70 personas-. La fuerza policiales de la Guardia urbana se llevaron al chico hacia el Hospital Arnau de Vilanova con la cabeza abierta.
Un unos minutos aparecieron los antidisturbios de los Mossos de Esquadra, los quales no cargaron contra la población, pero sí formaron un cordón policial.
La versión oficial y mediática de los hechos toma un cariz fuertemente criminalizador con la población inmigrante de un barrio que ha sido víctima del abandono institucional, de la especulación urbanística, de la ruptura del tejido social vecinal, del enfrentamiento entre vecinos y de la marginalización de sus poblaciones.
Desde la prensa local se proporcionan unas versiones que separan entre los inmigrantes “buenos”, trabajadores y documentados, de los inmigrantes “malos”, prostitutas, pequeños traficantes y personas “sin papeles”. Una prueba de ello son las, digamos, acciones carácter social que se materializan en episodios de “mediaciones” iniciadas por la administración local con algunas asociaciones de inmigrantes afines al ayuntamiento, para calmar los ánimos y denunciar a los “incívicos”. Podríamos decir que estos hechos ahondan los intentos de división de los colectivos de inmigrantes. La agresión que recibió la Guardia Urbana el domingo día 3 de julio ha servido de escusa para el envió de más patrullas de la Guardia Urbana y la policía autonómica, por motivos de seguridad y convivencia.
Todo ello nos recuerda a mucha gente a la problemática de las muertes encubiertas o de extrañas circunstancias, como la de Aliu Djob, un ciudadano de Guinea Bissau, el cual desapareció el 6 de septiembre del 2010 en Lleida, y fue encontrado muerto en la calle días después. Justamente cuando la familia iba a denunciar la desaparición, los Mossos de Esquadra les avisaron de que llevaba días muerto. La familia denunció varias irregularidades: el chico llevaba DNI, dos móviles y una agenda con teléfonos. A pesar de esto, la policía nunca les informó de la muerte, realizaron la autopsia sin su consentimiento y se negaron a darles la ropa que llevaba la víctima. Otras irregularidades denunciadas se basaban en el hecho de que el chico llevaba el cuerpo lleno de golpes y que los mismos Mossos de Esquadra no se ponían de acuerdo sobre el lugar dónde habían encontrado el cadáver.
Retomando el caso de Daouda Pouye, des de su entorno se está intentando recolectar el dinero suficiente (6000 euros) para repatriar el cadáver. Las personas interesadas se pueden poner en contacto en el siguiente número: 699510230.
Este es un escrito de una ex vecina del barrio, el cual persigue el objetivo de contrastar las versiones oficiales y mediáticas, divulgar la agresión y el testimonio de las personas más cercanas a la víctima, para contribuir a que se haga justicia ante la criminalización creciente de las poblaciones inmigrantes.
Pásalo

NOTÍCIES:

http://www.segre.com/arxiu-detall-de-la-noticia/article/setanta-persones-apedreguen-12-urbans-al-barri-antic-despres-duna-detencio-per-drogues/

http://www.segre.com/arxiu-detall-de-la-noticia/article/immigrants-medien-per-evitar-noves-agressions-al-barri-antic/

http://www.segre.com/arxiu-detall-de-la-noticia/article/paeria-veins-i-immigrants-es-conjuren-per-fer-fora-els-delinqueents-del-barri-antic/

http://www.segre.com/arxiu-detall-de-la-noticia/article/ros-anuncia-la-creacio-dun-pla-especific-de-seguretat-per-al-barri-antic/

Massiva assemblea d’immigrants arran dels incidents al Barri Antic
Unes dos-centes persones debaten una sèrie de propostes a la plaça Cervantes

http://www.segre.com/detall-de-la-noticia/article/massiva-assemblea-dimmigrants-arran-dels-incidents-al-barri-antic/